Stablecoins y Fiscalidad en España 2025: Por Qué Convertir BTC a USDT Sí Tributa ante la AEAT
Miles de inversores creen que convertir sus criptomonedas a stablecoins como USDT o USDC les protege fiscalmente. Descubre por qué este es uno de los errores más costosos que puedes cometer ante Hacienda y cómo evitar sanciones de hasta el 150%.
Equipo Cleriontax
Expertos en Fiscalidad Crypto y Análisis de Datos

Equipo Cleriontax
Expertos en Fiscalidad Crypto y Análisis de Datos
Imagina esta situación: Compraste Bitcoin a 30.000€ y ahora vale 60.000€. El mercado parece inestable y decides «proteger» tus ganancias convirtiéndolas a USDT. No has vendido a euros, solo has pasado a una moneda estable. En tu cabeza, no has materializado ninguna ganancia fiscal. Sigues en el ecosistema crypto.
Error. Acabas de generar una ganancia patrimonial de 30.000€ que debes declarar a Hacienda.
Este es probablemente el error fiscal más extendido entre inversores de criptomonedas en España. La creencia de que las stablecoins son un «refugio fiscal» donde puedes aparcar tus ganancias sin que la AEAT se entere ha llevado a miles de contribuyentes a declaraciones incorrectas, requerimientos de Hacienda y sanciones que pueden superar el 150% de lo no declarado.
En esta guía completa analizaremos por qué las stablecoins tributan exactamente igual que cualquier otra criptomoneda, cómo te afecta fiscalmente operar con ellas, qué dice realmente la AEAT sobre USDT, USDC, DAI y otras stablecoins, y cómo evitar los errores que pueden costarte miles de euros en sanciones.
Qué son las stablecoins y por qué parecen diferentes
Las stablecoins son criptomonedas diseñadas para mantener un valor estable respecto a un activo de referencia, generalmente el dólar estadounidense o el euro. A diferencia de Bitcoin o Ethereum, cuyo precio fluctúa constantemente, una stablecoin como USDT mantiene teóricamente una paridad 1:1 con el dólar.
Las stablecoins más populares en 2025 incluyen Tether (USDT), USD Coin (USDC), DAI, BUSD, USDD, TrueUSD y decenas más. Todas comparten el mismo objetivo: ofrecer la estabilidad de una moneda fiat con la flexibilidad operativa de una criptomoneda.
Para los traders e inversores, las stablecoins ofrecen ventajas operativas innegables. Permiten moverse rápidamente entre posiciones sin necesidad de volver a euros, facilitan el trading en exchanges que no operan con fiat, sirven como refugio temporal durante caídas del mercado, y permiten mantener liquidez disponible para aprovechar oportunidades sin salir del ecosistema crypto.
Pero esta utilidad operativa genera una ilusión peligrosa: la sensación de que, al no convertir a euros, no estás «materializando» ganancias fiscalmente. Esta percepción errónea es la raíz de miles de declaraciones fiscales incorrectas cada año en España.
La posición oficial de la AEAT: stablecoins como criptomonedas
La Agencia Tributaria española no hace distinciones entre criptomonedas volátiles y stablecoins. Para la AEAT, USDT es exactamente igual que Bitcoin a efectos fiscales: un activo digital que debe declararse siguiendo las mismas normas.
Esta posición se ha manifestado en consultas vinculantes, criterios interpretativos y en la práctica de inspecciones fiscales. La AEAT considera que cualquier moneda virtual, independientemente de su mecanismo de estabilización de precio, es un activo patrimonial sujeto a las normas generales de tributación de criptomonedas.
La razón técnica es clara: fiscalmente, lo que importa no es la estabilidad del precio, sino la naturaleza jurídica del activo. Las stablecoins no son euros, no son depósitos bancarios garantizados, no están reguladas como dinero electrónico bajo normativa MiCA completa. Son tokens emitidos por empresas privadas que prometen mantener una reserva equivalente, pero que desde el punto de vista legal español son simplemente otra criptomoneda más.
Esta clasificación tiene consecuencias fiscales directas y automáticas. Cuando conviertes Bitcoin a USDT, estás realizando una permuta entre dos activos diferentes. El hecho de que uno sea estable y el otro volátil es irrelevante fiscalmente. Lo relevante es que has transmitido un activo (BTC) a cambio de otro (USDT), y esa transmisión genera una alteración patrimonial que debe tributar.
Por qué BTC → USDT genera ganancia patrimonial
La fiscalidad de las criptomonedas en España se basa en el principio de alteración patrimonial. Cada vez que transmites un activo, ya sea vendiéndolo, intercambiándolo o permutándolo, generas un hecho imponible que debe declararse en el IRPF.
Cuando realizas la operación BTC → USDT, estás ejecutando técnicamente una permuta. Entregas Bitcoin y recibes Tether a cambio. Esta operación es funcionalmente idéntica a BTC → ETH o BTC → SOL. El hecho de que USDT tenga un precio estable no cambia la naturaleza fiscal de la transacción.
La ganancia o pérdida patrimonial se calcula como la diferencia entre el valor de transmisión (el precio al que «vendes» el BTC, expresado en euros) y el valor de adquisición (el precio al que compraste ese BTC originalmente). Si compraste 1 BTC a 30.000€ y lo conviertes a USDT cuando vale 60.000€, la ganancia patrimonial es de 30.000€, independientemente de que hayas recibido dólares digitales en lugar de euros reales.
Esta ganancia se integra en la base imponible del ahorro de tu IRPF y tributa según los tipos aplicables en 2025: 19% hasta 6.000€, 21% entre 6.000€ y 50.000€, 23% entre 50.000€ y 200.000€, 27% entre 200.000€ y 300.000€, y 28% a partir de 300.000€. En nuestro ejemplo, sobre una ganancia de 30.000€, el impuesto aproximado sería de 6.090€ (19% sobre los primeros 6.000€ y 21% sobre los restantes 24.000€).
La consecuencia práctica es devastadora para quien ignora esta regla: puedes generar decenas de miles de euros en ganancias patrimoniales mediante conversiones a stablecoins, creyendo que «no has vendido nada», y encontrarte con una liquidación de Hacienda años después reclamando impuestos, intereses de demora y sanciones sobre operaciones que ni siquiera sabías que debías declarar.
El mito del refugio fiscal: por qué USDT no te protege de Hacienda
La narrativa del «refugio fiscal» en stablecoins se basa en varios malentendidos fundamentales sobre cómo funciona la fiscalidad de criptomonedas.
El primero es confundir volatilidad con tributación. Muchos inversores razonan así: «Si convierto BTC a USDT, el precio se mantiene estable, por lo tanto no he ganado ni perdido nada». Este razonamiento confunde la función económica de las stablecoins (proteger contra volatilidad) con su naturaleza fiscal (activos permutables sujetos a tributación). El momento fiscal relevante no es cuándo el precio fluctúa, sino cuándo transmites el activo.
El segundo malentendido es pensar que «no salir del ecosistema crypto» equivale a «no materializar ganancias». Fiscalmente, cada conversión entre criptomonedas es una transmisión independiente. No importa si el dinero «sale» a tu cuenta bancaria o se queda en Binance convertido a USDT. La transmisión del Bitcoin genera el hecho imponible.
El tercer error es creer que Hacienda no puede rastrear operaciones crypto-to-crypto. La realidad es que los exchanges están obligados a reportar información fiscal, las transacciones blockchain son públicas y rastreables, y la AEAT tiene acuerdos de intercambio de información internacional con exchanges extranjeros. Pensar que las conversiones a USDT son «invisibles» es peligrosamente ingenuo.
Finalmente, existe la falacia de que «como USDT vale 1 dólar, no hay ganancia». Esto confunde el valor de adquisición del USDT con la ganancia generada al vender el BTC. Cuando conviertes 1 BTC por 60.000 USDT, has obtenido un valor de 60.000 dólares (aproximadamente 60.000€ al cambio). Si ese BTC te costó 30.000€, has generado 30.000€ de ganancia, independientemente de que ahora tengas dólares digitales en lugar de Bitcoin.
Casos prácticos: el coste real del error de las stablecoins
Veamos tres ejemplos reales que ilustran cómo este error afecta a diferentes perfiles de inversores.
Caso 1: El trader activo que ignora las conversiones
Carlos es un trader activo que opera principalmente en Binance. Durante 2024 realizó decenas de operaciones, alternando entre Bitcoin, altcoins y USDT como refugio temporal. Su estrategia habitual era comprar BTC cuando consideraba que estaba bajo, esperar a que subiera, convertir a USDT para proteger ganancias, y luego buscar otra oportunidad.
Al final del año, Carlos calculó que había invertido 20.000€ iniciales, ahora tenía 50.000 USDT en su cuenta, pero como «no había sacado dinero a euros», pensó que solo debía declarar si vendía el USDT. Su razonamiento: «Sigo con todo en crypto, no he materializado nada».
La realidad fiscal era muy diferente. Cada una de sus conversiones BTC → USDT había generado ganancias patrimoniales que debía declarar. El análisis detallado de sus transacciones reveló ganancias acumuladas de 30.000€ durante el año. Al no declararlas, Carlos se expuso a una liquidación tributaria de aproximadamente 6.300€ en impuestos, más intereses de demora del 4% anual, más una sanción del 50% al 150% según la gravedad. En el peor escenario, podría enfrentarse a una factura total superior a 15.000€.
Caso 2: El inversor conservador que descubre el modelo 721
Laura compró Bitcoin en 2020 por 15.000€. En 2023, con BTC en máximos, decidió «asegurar ganancias» convirtiendo todo a USDC por valor de 65.000€, que mantuvo en Coinbase. Como no había vendido a euros, no declaró nada en su renta de 2023.
En 2024, Laura recibió un requerimiento de la AEAT. El problema no era solo que debería haber declarado 50.000€ de ganancia patrimonial en 2023 (BTC comprado a 15.000€, vendido efectivamente a 65.000€), sino que además, al tener 65.000€ en USDC en un exchange extranjero (Coinbase, con sede en USA), estaba obligada a presentar el modelo 721 declarando esos activos antes del 31 de marzo de 2024.
La sanción por no presentar el modelo 721 es especialmente severa: mínimo 10.000€, pudiendo alcanzar el 150% del saldo no declarado. Laura se enfrentaba a una sanción potencial de hasta 97.500€ (150% de 65.000€), más la liquidación tributaria por la ganancia patrimonial no declarada (aproximadamente 10.500€), más intereses de demora. Un error que podría costarle más de 100.000€.
Caso 3: El inversor DeFi que olvida que DAI también tributa
Javier es un usuario avanzado de DeFi. Utiliza DAI (stablecoin descentralizada) para operar en protocolos como Aave y Curve. Su estrategia: convierte ETH a DAI, deposita el DAI en pools de liquidez para generar rendimientos, y cuando ve oportunidades vuelve a ETH.
Durante 2024, Javier realizó múltiples ciclos ETH → DAI → ETH. Al cierre del año, calculó que había generado 8.000€ en rendimientos DeFi (staking, farming), que sí declaró correctamente. Pero no declaró las conversiones ETH → DAI, asumiendo que «DAI no es una venta, es solo una conversión para operar".
El análisis fiscal reveló que sus conversiones ETH → DAI habían generado ganancias patrimoniales adicionales de 12.000€ que no había declarado. Además, las reconversiones DAI → ETH también generaban hechos imponibles. El resultado: una declaración incompleta que podría resultar en sanciones del 50% al 100% sobre los 2.500€ de impuestos no pagados, más intereses.
Operaciones con stablecoins que SÍ tributan
Para eliminar cualquier duda, repasemos exhaustivamente todas las operaciones con stablecoins que generan obligaciones fiscales en España.
La conversión desde criptomoneda volátil a stablecoin (BTC → USDT, ETH → USDC, SOL → DAI) genera ganancia o pérdida patrimonial. Esta es la operación más común y la más incomprendida. Cada vez que conviertes un activo volátil a uno estable, debes calcular y declarar el resultado fiscal.
La conversión desde stablecoin a criptomoneda volátil (USDT → BTC, USDC → ETH) también tributa. Cuando usas tus USDT para comprar Bitcoin, estás transmitiendo el USDT. Si el valor del USDT en ese momento (en euros) es superior a lo que te costó obtenerlo originalmente, generas ganancia patrimonial. Este caso es menos común porque USDT suele mantener valor estable, pero puede ocurrir si hay fluctuaciones en el tipo de cambio USD/EUR o si obtuviste el USDT con descuento.
La conversión entre diferentes stablecoins (USDT → USDC, DAI → BUSD) genera un hecho imponible técnico, aunque habitualmente con ganancia/pérdida cercana a cero si ambas mantienen paridad. Sin embargo, fiscalmente sigue siendo una permuta que debe registrarse.
El uso de stablecoins para comprar bienes o servicios tributa igual que pagar con Bitcoin. Si utilizas 1.000 USDT para comprar un producto, y esos USDT te costaron originalmente 900€, generas una ganancia patrimonial de 100€.
El depósito de stablecoins en protocolos DeFi para generar rendimientos tiene una doble tributación: primero, si obtuviste las stablecoins mediante conversión (ej. BTC → USDT), esa conversión tributa; segundo, los intereses o rewards generados tributan como rendimientos del capital mobiliario cuando los recibes.
La venta de stablecoins a euros tributa evidentemente, aunque en muchos casos la ganancia será pequeña (si compraste USDT a 1€ y vendes a 1€, ganancia cero). Pero si obtuviste esas stablecoins mediante una operación anterior no declarada, Hacienda puede cuestionar tu coste de adquisición.
Incluso la simple tenencia de más de 50.000€ en stablecoins en exchanges extranjeros o wallets te obliga a presentar el modelo 721 anualmente antes del 31 de marzo, aunque no hayas realizado ninguna operación durante el año. Esta obligación informativa es independiente de si has generado ganancias o no.
Cómo calcular correctamente las ganancias con stablecoins
El cálculo fiscal correcto de operaciones con stablecoins requiere precisión en tres elementos fundamentales: valor de adquisición, valor de transmisión, y aplicación del método FIFO.
El valor de adquisición de una stablecoin es el coste en euros de obtenerla. Si compraste 10.000 USDT con una transferencia bancaria de 10.000€, ese es tu valor de adquisición. Si obtuviste 10.000 USDT convirtiendo 0.2 BTC cuando valía 50.000€/BTC, tu valor de adquisición del USDT es 10.000€, y además generaste una ganancia o pérdida en la venta del BTC que debe calcularse por separado.
El valor de transmisión es el valor en euros en el momento de la operación. Si conviertes 1 BTC a 60.000 USDT cuando el tipo de cambio USDT/EUR es 1:1, tu valor de transmisión es 60.000€. Si lo haces cuando el dólar está más fuerte y 60.000 USDT equivalen a 55.000€, ese es tu valor de transmisión.
La aplicación del método FIFO (First In, First Out) es obligatoria en España. Si has comprado USDT en varias ocasiones a diferentes precios, cuando los uses o conviertas, debes considerar que estás utilizando los USDT más antiguos primero. Este método puede generar resultados contraintuitivos si no llevas un registro detallado.
Veamos un ejemplo completo. Compraste 0.5 BTC a 40.000€ en enero 2024. En marzo, cuando BTC vale 55.000€, conviertes a 27.500 USDT. Ganancia patrimonial: 27.500€ - 20.000€ = 7.500€ (tributa en renta 2024). En mayo, compras otros 0.3 BTC con esos 27.500 USDT cuando BTC vale 50.000€. Coste de adquisición del nuevo BTC: 27.500€. En octubre, BTC sube a 65.000€ y vendes los 0.3 BTC a euros por 19.500€. Ganancia patrimonial: 19.500€ - 15.000€ = 4.500€ (tributa en renta 2024).
El error común sería pensar que solo tributa la última venta (0.3 BTC → EUR). La realidad es que tributaste dos veces: una en la conversión BTC → USDT (7.500€) y otra en la venta final (4.500€), con una ganancia total declarable de 12.000€ en el año 2024.
El modelo 721 y las stablecoins: la trampa de los 50.000€
El modelo 721 (antiguo 720) es quizás la obligación fiscal más desconocida y potencialmente más costosa relacionada con stablecoins.
Si a 31 de diciembre tienes más de 50.000€ en criptomonedas en exchanges extranjeros o wallets, estás obligado a declararlo mediante el modelo 721 antes del 31 de marzo del año siguiente. Esta obligación es informativa, no pagas impuestos por presentarla, pero las sanciones por no hacerlo son las más severas del sistema fiscal español.
La sanción mínima es de 10.000€ por cada bloque de información omitido. La sanción máxima puede alcanzar el 150% del saldo no declarado. Si no presentas el modelo 721, el plazo de prescripción de tus obligaciones fiscales se extiende de 4 a 10 años, permitiendo a Hacienda revisar operaciones muy antiguas.
Las stablecoins generan una trampa específica porque su valor es predecible. Un inversor puede pensar: "Solo tengo 40.000€ en BTC, no llego al umbral de 50.000€". Pero si convierte ese BTC a USDT y el mercado sube, de repente puede tener 60.000€ en USDT sin haberse dado cuenta, activando la obligación del modelo 721 que desconocía.
Peor aún, si tienes 55.000 USDT en Binance a 31 de diciembre, debes presentar el modelo 721 incluso si durante todo el año no has hecho ninguna operación. La mera tenencia ya genera la obligación informativa.
Para la AEAT, las stablecoins en exchanges extranjeros (Binance, Coinbase, Kraken, etc.) o en wallets no custodiales (MetaMask, Ledger, etc.) se consideran activos en el extranjero. El criterio es que la blockchain no está físicamente en España, por lo tanto el activo está "en el extranjero" a efectos del modelo 721.
Esta interpretación genera situaciones absurdas pero legalmente vinculantes. Si tienes 60.000 USDC en tu Ledger (hardware wallet que controlas completamente), técnicamente debes declararlo en el modelo 721 porque la AEAT considera que esos USDC "están" en la blockchain de Ethereum, que no es española.
Errores frecuentes y cómo evitarlos
El primer gran error es no declarar las conversiones crypto-to-stable pensando que no son ventas. Este es el error más extendido y costoso. La solución es simple pero requiere disciplina: trata cada conversión a stablecoin exactamente igual que una venta a euros. Si conviertes BTC a USDT, calcula y registra la ganancia patrimonial en ese momento.
El segundo error es usar el valor actual del USDT en lugar del valor en el momento de la operación. Cuando calculas ganancias, debes usar el tipo de cambio USDT/EUR del día exacto de la transacción, no el tipo actual. Este error puede generar diferencias significativas si el dólar ha fluctuado.
El tercer error es no reconciliar transferencias de stablecoins entre exchanges. Si transfieres 10.000 USDT de Binance a Coinbase, eso NO es una venta (no tributa). Pero los software automáticos a menudo lo registran como venta en Binance + compra en Coinbase, creando ganancias fantasma. Debes etiquetar manualmente estas transferencias internas.
El cuarto error es olvidar que las stablecoins cuentan para el umbral de 50.000€ del modelo 721. Muchos inversores vigilan su BTC y ETH, pero olvidan que sus 40.000 USDT "de seguridad" también cuentan. Si tu portfolio total en el extranjero (BTC + ETH + USDT + cualquier otra crypto) supera 50.000€ a 31 de diciembre, debes presentar el modelo 721.
El quinto error es pensar que operar en un exchange descentralizado (DEX) como Uniswap te hace invisible fiscalmente. Las transacciones on-chain son públicas y permanentes. La AEAT puede rastrear cualquier operación realizada en un DEX mediante análisis blockchain. Que no haya un intermediario centralizado no significa que la operación sea invisible.
El sexto error es confiar ciegamente en herramientas automáticas como CoinTracking o Koinly para operaciones con stablecoins. Estas herramientas no están adaptadas a los criterios específicos de la AEAT española y frecuentemente clasifican mal las operaciones con stablecoins. Debes revisar manualmente cada conversión.
Estrategias fiscales legales con stablecoins
Aunque las stablecoins no son un refugio fiscal, sí tienen usos legítimos dentro de una estrategia de optimización fiscal bien planificada.
Una estrategia válida es usar stablecoins para diferir fiscalmente dentro del mismo año. Si generas ganancias importantes en enero y conviertes a USDT, ya has generado el hecho imponible. Pero si luego reinviertes ese USDT en otra crypto que cae durante el año, puedes generar pérdidas que compensen las ganancias anteriores. Esto es tax-loss harvesting, completamente legal si se hace correctamente.
Otra estrategia es usar stablecoins para mantener liquidez operativa sin salir del ecosistema crypto. Si planeas operar activamente, mantener un porcentaje en USDT te permite aprovechar oportunidades rápidamente. Fiscalmente, las conversiones tributan, pero al menos optimizas tu operativa trading.
Las stablecoins también son útiles para calcular con precisión el resultado de operaciones complejas. Al convertir a USDT tras cada operación ganadora, estableces un valor de adquisición claro para la siguiente operación, facilitando el cálculo FIFO posterior.
En el ámbito DeFi, las stablecoins permiten generar rendimientos pasivos (staking, lending) que tributan como rendimientos del capital mobiliario, generalmente a tipos más bajos que las ganancias patrimoniales si tu nivel de renta es moderado. Depositar USDC en Aave puede ser fiscalmente más eficiente que hacer trading activo, siempre que declares correctamente.
Finalmente, para inversores que superan el umbral de 50.000€ y ya deben presentar modelo 721, mantener una parte del portfolio en stablecoins puede facilitar el cálculo del valor a declarar, ya que USDT tiene un precio estable y predecible, a diferencia de BTC que puede fluctuar significativamente entre el 31 de diciembre y la fecha de presentación del modelo.
Qué hacer si no has declarado conversiones a stablecoins
Si has realizado conversiones a stablecoins en años anteriores y no las declaraste, tienes varias opciones, cada una con diferentes consecuencias.
La primera opción es presentar una declaración complementaria. Si el plazo de presentación de la renta aún no ha cerrado (hasta el 30 de junio del año siguiente), puedes presentar una declaración complementaria que sustituye a la anterior. Solo pagas la diferencia de impuestos más intereses de demora del 4% anual desde la fecha límite de presentación. No hay sanción si lo haces voluntariamente dentro del plazo.
La segunda opción es presentar una declaración extemporánea sin requerimiento previo. Si el plazo ya pasó pero Hacienda aún no te ha enviado un requerimiento, puedes presentar voluntariamente la declaración corregida. Pagas el impuesto más intereses de demora más un recargo que va del 5% (si presentas en los 3 meses siguientes al plazo) hasta el 20% (si presentas después de 12 meses). Pero evitas la sanción formal.
La tercera opción, la peor, es esperar a que Hacienda te requiera. En este caso, además del impuesto e intereses, enfrentas sanciones que van del 50% al 150% de la cuota no ingresada, dependiendo de si se considera infracción leve (olvido), grave (negligencia) o muy grave (ocultación). Si Hacienda considera que intencionalmente ocultaste las operaciones, la sanción puede ser devastadora.
Para el modelo 721, si olvidaste presentarlo, la recomendación es presentar una declaración extemporánea inmediatamente. La sanción mínima es de 10.000€, pero si presentas voluntariamente antes del requerimiento y reconoces los hechos, puedes obtener reducciones significativas (hasta 50% de reducción si no recurres). Esperar solo empeora la situación.
Es fundamental consultar con un profesional especializado antes de decidir qué opción tomar. Un asesor fiscal experto en crypto puede evaluar tu situación específica, calcular exactamente cuánto deberías haber declarado, estimar las sanciones potenciales, y diseñar la estrategia de regularización que minimice el coste total.
El futuro: regulación MiCA y stablecoins en Europa
El panorama regulatorio de las stablecoins está cambiando radicalmente en Europa con la implementación del reglamento MiCA (Markets in Crypto-Assets), que entrará en plena vigencia en 2025.
MiCA establece requisitos estrictos para emisores de stablecoins, incluyendo reservas mínimas, auditorías regulares, licencias bancarias en algunos casos, y mecanismos de reembolso garantizado. Stablecoins como USDT y USDC deberán adaptarse o dejar de operar en Europa.
Esta regulación puede tener implicaciones fiscales indirectas. Si las stablecoins se regulan como dinero electrónico bajo MiCA, algunos estados podrían considerar tratarlas fiscalmente más como moneda que como activo. Sin embargo, hasta ahora no hay indicios de que España vaya a cambiar su criterio actual: mientras sean tokens blockchain, tributarán como criptomonedas.
MiCA también establecerá obligaciones de reporte para exchanges y custodios, similar a la directiva DAC8. Esto significa que los exchanges estarán obligados a reportar automáticamente a las autoridades fiscales las operaciones de sus usuarios, incluyendo conversiones crypto-to-stable. La capacidad de Hacienda para detectar operaciones no declaradas se multiplicará.
Para inversores, esto significa que el espacio para "errores" fiscales se reducirá drásticamente. Si en 2023-2024 era posible que Hacienda no detectara tus conversiones BTC → USDT, en 2025-2026 será prácticamente imposible. Los exchanges reportarán automáticamente cada operación.
La recomendación es clara: no cuentes con la opacidad o la ignorancia de Hacienda. Declara correctamente desde ahora, porque el futuro será de total transparencia.
Conclusión: declarar stablecoins correctamente para evitar sanciones de miles de euros
La creencia de que las stablecoins son un refugio fiscal es uno de los mitos más peligrosos y costosos del mundo crypto español. Miles de inversores han generado decenas de miles de euros en ganancias no declaradas mediante conversiones BTC → USDT, creyendo honestamente que "no habían vendido nada".
La realidad fiscal es inequívoca: cada conversión a stablecoin tributa exactamente igual que una venta a euros. La AEAT no hace distinciones entre USDT y Bitcoin. Ambos son criptomonedas, ambos generan ganancias patrimoniales al transmitirse, ambos deben declararse en el modelo 100, y ambos cuentan para el umbral de 50.000€ del modelo 721.
Las consecuencias de ignorar estas obligaciones pueden ser devastadoras: sanciones del 50% al 150% sobre impuestos no pagados, liquidaciones tributarias que se remontan hasta 10 años atrás si no presentaste modelo 721, intereses de demora acumulados, y en casos extremos, posible delito fiscal si el importe supera 120.000€.
Pero más allá del miedo a las sanciones, existe una razón positiva para declarar correctamente: establecer un histórico fiscal claro te protege en el futuro. Si algún día necesitas justificar el origen de 200.000€ en tu cuenta bancaria procedentes de crypto, tener declaraciones históricas correctas es tu mejor defensa. La transparencia fiscal es también protección patrimonial.
Si has operado con stablecoins y no estás seguro de haber declarado correctamente, actúa ahora. Cuanto antes regularices, menores serán las consecuencias. No esperes al requerimiento de Hacienda.
Cleriontax: expertos en fiscalidad de stablecoins y operaciones complejas crypto
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Descargo de responsabilidad: Este artículo tiene finalidad informativa y educativa exclusivamente. No constituye asesoramiento fiscal personalizado. La normativa fiscal está sujeta a cambios y cada situación personal es única. Consulta siempre con un asesor fiscal profesional colegiado antes de tomar decisiones fiscales relacionadas con criptomonedas.
Última actualización: Enero 2025
Publicado por: Equipo Cleriontax - Expertos en Fiscalidad de Criptomonedas y Análisis de Datos
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